Rayuela, de Julio Cortázar

Rayuela es una novela muy especial. Su autor es el argentino Julio Cortázar, uno de los más célebres literatos latinoamericanos del siglo XX. Este escritor, era famoso por sus novelas realistas, siguiendo las líneas del existencialismo que promulgó Albert Camus.

Sin embargo, Rayuela destaca como quizás la obra de literatura más influyente de después de la Segunda Guerra Mundial, ya que cuando fue publicada en 1963, ésta rompió con todos los cánones de la "novela" pre-existentes.

Esto es así porque el libro tiene una gracia: éste podía ser leído de ¡4 maneras diferentes! Así es... además de la acostumbrada forma de leer, esto es, desde la primera a la última página, Cortázar le da al lector, en el prólogo, una guía de capítulos que puede seguir el lector, saltando de página en página, cambiando así toda la interpretación del libro.

Cortázar advierte: "si es que ud. desea leer la novela de corrido, ésta termina en el capítulo 56". Por otro lado, si uno la desea leer en desdorden, se parte en el primer capítulo, pero luego hay que saltarse al 57 y de ahí al 115... volver atrás, luego adelante... hay capítulos que no se leen... Todo esto Cortázar lo hizo para crear imágenes del tipo de los collages, además de llenar al lector de información, explicando muchas cosas y dejando a la interpretación personal varias otras.

Sobre las otras dos maneras de leer la novela, Cortázar se refirió a ellas sólo informalmente. Una de ellas es leyendo sólo los capítulos imprescindibles (la primera parte) dejando de lado los demás. Pero quizás el más interesante es el que aconseja que el lector lea los capítulos en el orden que él guste... poco menos que al azar. Incluso, fue tanto lo que le gustó la idea a este escritor argentino de nacimiento que experimentó con ella en su próxima novela 62/Modelo para Armar.

No hay mejor ejemplo sobre una novela interactiva que ésta. Siendo que la mayoría de los libros siguen una estructura lineal, Cortázar se divierte con un estilo hipertextual e interactvo, donde el lector puede escoger por su cuenta qué tipo de lectura quiere hacer y también de qué manera quiere ir saltándose los capítulos. Cortázar con esto buscaba construir un libro donde no sucediera que lo "importante pasase al final", sino que lo interesante pasase en el ¡momento que el lector quiera! Tal como él lo decía: "quiero ver de otra manera el contacto entre la novela y el lector". Y lo logró. Tras Rayuela, el lector no volvió a ser el mismo, sino que se transformó en un alguien, un alguien activo y crítico.